Amante de las pollas y del dinero, esta babe mexicana se ha dejado seducir por un madurito putero que le ha abierto las puertas de su mansión a cambio de sexo incondicional cuando a él le apetezca. Digamos que la chica actúa como una prostituta pero no cobra por cada polvo, aunque el tipo le compra la ropa, las joyas, la lleva a restaurantes muy caros y en definitiva la tiene muy bien atendida. Muchas veces uno piensa que no estaría mal reencarnarse en un a tía buena en su siguiente vida, digan lo que digan una chica con buenas tetas, buen culo y guapa tiene mucho terreno allanado.