El amor paternal que le tiene este cerdo a su hija sobrepasa los límites que la sociedad impone. Este cerdo se fue con su única hija de vacaciones a la playa, a pasar un fin de semana de relajación. La chavala ya no es una niña, la tía tiene más de 20 años, ha follado con muchos chavales pero, cuando esta con su papi, aun se siente enamorada de el cómo cuando era una niña. El viejo estaba acostado en la cama del hotel, echándose una sienta. Cuando de repente, la chavala se le lanza encima y comienza a toquetear los huevos del viejo. La putita quería semen, quería que su padre la follara, así que empezó a ponerse puta con él, hasta tal punto, que el viejo no pudo negarse a clavarle la polla a su propia hijita.