El muy hijo de puta está estafando al seguro que le asigna a una trabajadora sexual para que lo masturbe gratuitamente. En teoría el hombre está impedido y ha pedido a su compañía de seguros que le envíen a una enfermera para que le ayude en sus necesidades fisiológicas como pueden ser mear, cagar y por supuesto masturbarse. Realmente a la chica le da igual porque al fin y al cabo es su trabajo y va a cobrar igual, pero se quedó un poco descuadrada cuando aquel vejestorio se incorporó de la cama y se la folló sin mostrar ningún signo de impedimento. Quien sabe, quizá la zorra pensó que había sido ella la causante del milagro por su buen trabajo.