Luego de más de una semana sin haber tenido sexo por que había terminado con su novio, esta chavala se levantaba en las noches a tocarse la concha y a masturbarse por que sus ganas de follar no la dejaban dormir. Así paso toda una semana, se levantaba a media noche a tocarse mientras su hermanito menos dormía cerca de ella en el mismo cuarto. La putita no aguantaba más, masturbarse ya no la satisfacía, necesitaba una buena polla llena de leche fresca que la hiciera sentir mujer. Así que, sin pensarlo dos veces, la muy puta se metió a la cama del crio y, sin decirle nada al chaval, le quito el interior al jovencito y comenzó a chuparle la polla para poder saborear así un miembro viril lechero. El chaval dejo que todo siguiera su curso, así que le permitió a su hermana mayor tomar el control y la dejo hacer lo que ella quisiera con el ¡Son unos cerdos!