Esta joven asiática tiene una curiosa afición: tragarse el semen de sus amantes cada vez que folla con ellos. Lo que empezó en una conversación íntima con sus amigas en la que tuvo que reconocer que era la única que nunca había probado a beber esperma, ha terminado con ella convertida en una auténtica profesional tragando eyaculaciones masculinas. Al principio le daba un poco de reparo beberse un líquido tan espeso y viscoso pero ahora se lo traga como si de un caramelo se tratara. El día que se entere de que está embarazada, va a tener un serio problema para identificar al padre con tanto semen dentro de su cuerpo.