Cuando tu sueldo no te llega para nada una opción es ejercer la prostitución para ganar un dinero extra, no es lo mejor, pero la opción siempre está ahí. Esta rubia no ha tenido ni que salir de casa para que su jefe le pague por echar un polvo, pero tiene gracia que el cabrón le pague una miseria como empleada del hogar y sin embargo le pague una pasta por ponerse a 4 patas y follársela a pelo hasta correrse en su culito perfecto. Así son los hombres con mucho dinero, solo se rascan el bolsillo cuando se trata de pagar a una buena puta, para lo demás son unos putos usureros.