Sin entender porque su padre la estaba follando con tanta fuerza y brutalidad, esta inocente jovencita le dice a su padre ¿por qué me haces esto papito? ¡Yo siempre he sido una niña buena! Sin importarle el dolor que le está causando a su pequeña hija en el chocho, este cerdo incestuoso puso a la jovencita en cuatro patas encima del sofá y allí la violó sin compasión. La chavala estaba adolorida por tener tan enorme pollon en su concha sin habérsela lubricado antes. A medida que entraba y salía la polla de su padre en su vulva, la chavala se fue adaptando al enorme miembro viril, la concha se le fue mojando un poco y después de un rato empezó a disfrutar lo que su padre le estaba haciendo ¡es toda una puta!