La nueva asistenta ha revolucionado las hormonas del jefe, es una zorra jovencita muy provocadora que incita al sexo con solo su presencia y el viejo está obsesionado con comer su coño. Llega un momento en el que te da todo igual y si tu mujer es una vieja reprimida que todo le parece mal en la cama, buscarás fuera de casa lo que no te dan dentro. Cuando llegó la señora y vio a su marido chupando el coño de esa zorrita como si no hubiera Dios, su primera reacción fue obviamente mala y quiso a toda costa que ese baboso dejara de hacerlo, pero al ver que era imposible optó por otra estrategia y fue la de unirse a ellos. Siempre es mejor eso que quedarse a dos velas…