Su hija ya creció, ha probado unas cuantas pollas por la calle y quedo viciada con el sexo. La chavala esta incontrolable, no le hace caso a nadie, no respeta a los hombres y siempre anda manoseando a algún tío por la calle. Su padre ya no sabe qué hacer con ella, así que se la deja ser y deja que la jovencita haga lo que le venga en gana. Después de ver que el viejo la deja hacer lo que ella quiera, la chavala va por él. La jovencita pillo que su padre la tiene grande y gruesa y quisiera sentir la misma satisfacción que siente su mamá cuando esta teniendo sexo con él. La jovencita fantasea todas las noches al escuchar los gemidos de su madre follando con su papá, así que se acerca a él, le agarra la polla y se pone como una puta callejera con el tío para que el cabron la folle. La insistencia de la chavala dio fruto, el viejo se excito cuando la nena le toqueteo la polla y se follo a su hija, dejándole la cara empapada en semen.