Un padre no revienta follando a su hijastra así como así y se comporta como un animal, antes ha tenido que suceder algo para que el hombre se emplee con tanta violencia y castigue el coño de la hija de su mujer de esa forma. Pues lo que sucedió es que la puta jugó con fuego y al final se quemó, se pasaba todo el día provocando al tipo llevándolo al límite. Incluso cuando comían juntos en la misma mesa le metía mano por debajo y su madre no se enteraba de la película… A estas perras hay que pararles los pies o se te subirán a la chepa.