A los 19 años ya se tienen muchos pelos en el coño, pero aún así a esta hijastra asiática adoptada le encanta que papá la enjabone y le haga un masaje porque le relaja un montón, pero no solo le relaja, también la pone cachonda. El tipo es listo y tan solo se pone una toalla encima para que la jovencita se la quite y se amorre a su verga, que tarda dos segundos en ponerse como el mástil de un barco. Esta vez la cosa llegó mas lejos y acabó metiéndole la polla por todo el culo después de habérsela follado por el chocho a placer.