Esta colegiala japonesa se jactaba entre sus amigas de haber tenido sexo con muchos chicos. La perrita quiso saborearle la polla a uno de los hermanos de su mejor amiga sin saber que el chaval tiene un ancestro africano que le dejo como herencia 20cm de polla. Cuando estaba estudiando con el chaval en su casa, la perrita lo invito para su cama y el crio, como buen chaval, se fue a partirle el coño a la cerda. Luego de ricos besitos, de una buena chupada de concha y una buena manoseada, la perrita asiática abrió las piernas y le permitió al chico entrar en ella. La perrita aun no le había visto el pollon al chaval, así que, cuando sintió el poderío viril del chaval adentro de su cuerpo, la perrita se puso a llorar como una pendeja pidiendo que le dieran más suavemente.