Jamás olvidaré cuando me tiré a mi hermana por por primera vez, como para olvidarlo… Habíamos ido a pasar el finde al chalet de mis tíos ella y yo solos, de repente mientras iba paseando por el jardín la vi totalmente desnuda duchándose, la ducha tenía un cristal y se podía ver desde fuera perfectamente a la persona. Me quedé de piedra por lo buena que estaba y tenía sentimientos contradictorios; por un lado pensaba que me la quería follar y por otro que era mi hermanastra, aunque el demonio que todos llevamos dentro ganó y me hizo entender que realmente no llevamos la misma sangre…