Pocos momentos son tan excitantes como esos en los que sabes que le vas a follar al fin el culo a tu novia, el corazón se te acelera y se origina una tensión sexual que si se pudiera medir explotaría cualquier medidor. Ella sabe que la vas a penetrar analmente y te pone el culito cerca de la polla, tu restriegas la verga en su agujero y cada vez lo notas más abierto hasta que finalmente le metes la puntita. En ese momento los dos estáis jadeando mientras os besáis y en un visto y no visto ya la tienes toda metida dentro y ella empujando para que eyacules dentro…