No pierde el tiempo esta madre embarazada y en cuanto su marido se va de casa aprovecha cualquier visita para ponerle los cuernos, total, preñada ya está, así que no se va a volver a quedar en estado. Hoy tenía la visita a domicilio rutinaria del enfermero que controla su embarazo, un tipo con las manos muy largas y que por lo que se ve le encanta tocar las barriguitas de las embarazadas y algo más… Mientras controlaba sus constantes vitales se le fue la mano un poco más abajo del ombligo y en cuanto palpó ese coño tan hinchadito ya no hubo marcha atrás.