Kendra Lust se acaba de casar con un señor adinerado y ahora se quiere ganar a su nuevo hijo. Le cocina galletitas y le prepara un buen batido pero el chaval quiere algo más. Es entonces cuando Kendra se da cuenta, el chico es tan guarro como su padre. Para ganarse a este chaval va a tener que usar sus armas de mujer, y no son pocas. Total que la madrastra comienza a acariciar la verga de su hijo por encima del pantalón. Eso es justo lo que el muchacho estaba deseando, sin duda Kendra Lust es la madrastra perfecta, joder…