Siempre que su hermano llega de jugar al fútbol esta zorra se convierte en una jovencita acosadora y hasta que no se lo folla no para. Primero se pone tierna e intenta convencerlo por las buenas, pero cuando su hermano mayor se resiste, saca a la golfa que toda mujer lleva dentro y empieza a masturbarlo mientras lo mira fijamente a los ojos. No cabe duda de que el olor a macho las excita y el olor de un hombre sudado después de hacer deporte hace que sea irresistible. No tarda ni dos minutos en terminar chupándole la polla mientras lo pajea a toda velocidad, está claro que somos débiles y aquí está la prueba.