Se dice que no hay mujer fea por donde mea, es decir, que cualquier coño vale para follar. Este joven estaba paseando por la playa y se sintió atraído por una gorda madura que estaba tomando el sol con las tetas al aire, la vieja tenía dos melones impresionantes y cuando el chico se acercó a ella se le dibujó una sonrisa en la cara. Aunque no lo digan a las maduritas les ponen cachondas los jovencitos y basta con que les digas dos cosas bonitas para automáticamente se pongan a 4 patas. Suena un poco bestia dicho así, pero cuando tienes 50 tacos y puedes follarte a alguien de 20 años, estás que te lo piensas.