Cuando se cierra la puerta de casa y sus padres se van ido a trabajar, esta jovencita llama corriendo al novio para ser follada como una perrita en celo. A ella y a la mayoría de las chicas les pone mucho colocarse a 4 patas y sentir el rabo de su chico profundamente sin importarles ser desgarradas, es tal el placer que sienten que se puede pasar por alto un poco de dolor inicial. A medida que van mojándose la polla entra como Pedro por su casa y sus coños palpitan al son de cada metida. Que zorra, pese a que ya tiene sus añitos la guarra se pone una falda de colegiala para poner aún mas cachondo a su novio.