Tenía más de un mes sin follar, su conchita le pedía a gritos que le introdujera a un hombre con los cojones llenos de leche para que la satisficiera sexualmente. La chavala invito a uno de sus amigos de la universidad a su casa y ahí mismo, sin hablar mucho con él, se quitó las bragas, se subió la falda y le dijo al jovencito ¡follame! El amigo de la zorra no perdió oportunidad, ahí mismo se fue a comerle el coño a la putita y luego saco su polla para que ella se lo chupara también. Luego de esa buena sesión de sexo oral que se dieron estos dos, la chavala se montó sobre el jovencito, dando una buena cabalgata hasta ordeñar por completo los huevos del jovencito ¡uff! qué bien se mueve esta mujer.