En el jacuzzi, con los ojos vendados y la concha mojada, esta mujer estaba esperando a su nuevo esposo para follar. La tía estaba excitada, ya hacia unas dos semanas que no veía a su esposo y quería que este le metiera la polla. Su hijastro, que no aviso que vendría a casa, la pillo en el jacuzzi tocándose las tetas. El chaval jamás había visto en su vida a una mujer tan buena, así que, haciéndose pasar por su padre, se follo a su madrastra sin que esta supiese quien le estaba metiendo la polla. ¡Dios! la tía está muy pero muy buena. Esta putita al final, cuando se entera quien fue que la follo, le dio un regalo al crio que jamás olvidara ¡que deliciosa mujer!