Un día en la ducha con mi hermana es como pasar un día completo en un parque de atracciones. Las sensaciones que me produce follar con ella vienen a ser como subir en la montaña rusa mas alta del mundo y es que además de saber que estoy follando con alguien que lleva mi misma sangre, tiene el chochito tan estrecho que cuando se la meto es como si me estuviera tirando a una virgen. Me encanta agarrarme a su pequeño culo mientras ella se hinca mi verga y se queja muy bajito sin armar escándalos, joder, si no es porque nadie lo entendería sería una pasada pedirle que fuera mi novia.