Para no serles infiel a sus maridos y mantener la estabilidad familiar, estas mujeres dejan que sus esposos salgan solos con sus hijos y ellas se quedan en casa divirtiéndose solitas. Estas dos vecinas son bisexuales y sus maridos no lo saben. Cuando sus esposos salen y las dejan solas, este par de putitas se reúnen y tienen sus encuentros sexuales lésbicos, liberando sus más íntimos deseos y satisfaciendo esas fantasías morbosas que siempre les rondan en la cabeza. ¡Uff! las putitas se lamen el culo mutuamente, gozando como un par de ninfómanas dentro de una prisión ¡que culos tan deliciosos! ¡Son una delicia!