Es un misterio saber por qué una colegiala universitaria decide un buen día ser una chica mala y follarse a todo lo que se mueve, pero ahí las tienes, con carita de buenas y folladas como auténticas perras. Esta teen ya empezó su primer casting porno sonriente y enseñando las braguitas con dibujitos, era la antesala de lo que más tarde ofrecería y es un polvo con muchas ganas pero poca experiencia. En estos casos las chicas son inteligentes y se dejan guiar por esos señores tan brutos, pero esto no quiere decir que no disfruten de las pollas, no tienes más que ver con qué ansia se la comía la cerda.