Productor de la crisis que vive el país caribeño, esta adolescente venezolana emigro de sus tierras a los estados unidos buscando mejores oportunidades para su vida. La chavala llevaba una idea errada del sueño americano. La putita pensaba que al pisar los estados unidos y estar unos pocos días allá, iba a conseguir un trabajo fácilmente que le daría para tener una vida de lujos. Nada más alejado de la realidad. La pendeja estuvo de trabajo en trabajo ganando lo suficiente como para comer y pagar la renta de su habitación. Viéndose ahogada por las algunas deudas que había contraído, la perrita hizo uso de su cuerpo para ganar dinero. Se alisto en una productora porno y aprovechando su juventud y su belleza, comenzó a hacer porno para así darse la vida que siempre quiso ¡uff! ¡Esta divina!