Esos límites que le pone la sociedad a las personas para que no disfruten del sexo libremente no me afectan a mí. Crecí sola con mi mamá, ella me inculco buenos valores y me dijo que disfrutara mi vida al máximo y que si quería hacer algo, que lo hiciera y que no le prestara atención a lo que dijeran los demás. Desde que era una adolescente comencé a tener fantasías incestuosas con mi abuelo y mi padre, no sé por qué se me pasaban esas ideas por la cabeza pero cada vez que me los imaginaba desnudos mi concha se ponía como una laguna, así que decidí hacer esa fantasía realidad y follarme a estos dos hombres el mismo día sin que ellos supieran nada.