Una simple comida de antiguos alumnos de Instituto se puede convertir rápidamente en una escena de porno adolescente si se dan las circunstancias adecuadas. Basta que siga habiendo esa química que tenían hace unos cuantos años y que la chica manche la camiseta del chico, para que terminen en los baños fornicando como cabrones. Resulta que a la rubia se le cayó el vaso de vino encima del tío que le gustaba de su clase, lo acompañó al váter para ayudar a quitar la mancha y de repente acabó comiéndole la polla. Pero lo bueno no es solo eso, es que otra de las chicas que iba detrás de él los pilló follando y quiso su porción de pastel.