No todos los días uno consigue follar con su profesora de matemáticas y que además la tía sea una treintañera con un polvazo que te cagas. Parece una puta profesional y sin embargo es una de tantas maestras que se enamoran de uno de sus alumnos y los exprimen follando hasta que se cansan de ellos. Mirar las braguitas o el tanga de la profesora es algo muy común entre los estudiantes, ahora, tirártela es mucho más jodido y por eso le vamos a dar la enhorabuena a este tipo, a ver si nos dice cual es el secreto de este gran logro.