Lleva apenas un par de meses con esta alumna, pero se ha formado una relación muy estrecha entre ellos. El tío fue a la casa de la mujer a una sesión de yoga privada. Ella estaba en la piscina esperándolo, quería que el la follara. Al empezar la clase, la tía le hizo saber al tipo que quería semen, así que le permitió al tipo toquetearle sus tetas. Luego de eso, y viviendo que la mujer quería que la follaran, el tío le empezó a chupar las tetas. Eso la hizo calentarse, su vulva se mojó rápidamente, así que bajo su leggins, se puso en cuatro patas, abrió sus nalgas y exigió que la follaran. El tipo no perdió tiempo. Se quitó toda la ropa y penetro a la putita. La tía estaba excitadísima, hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto follar, así que dejo que el hombre tomara el control de encuentro y se dejó llevar por el fetiche del cerdo.